Somos una sociedad de estatuas parlantes. Pensamos en lo que tenemos, debemos o queremos decir. Invertimos una enorme cantidad de tiempo pensando lo que no nos conviene decir, lo que podemos expresar para lograr algo de otra persona, cómo hacerlo, qué palabras emplear para seducir. ¿Cuánto tiempo dedicamos a la concentración mientras escuchamos al que […]
¿Realmente te escuchas?
